25 nov 2011

Libre mercado de esclavos

Veamos cómo funciona el trabajo esclavo hoy día:
El empresario te paga un salario por tu trabajo, pero ese mismo empleador controla la oferta de las principales cosas que necesitas para vivir. De modo que puede vendértelas a un precio tan elevado como te sea posible pagar... incluyendo el endeudamiento que puedas avalar con tu trabajo futuro. El control de las condiciones que dificultan la fuga hace el resto.

¿Es sólo un caso extremo? En ocasiones los ejemplos extremos tienen la virtud de exponer con claridad una lógica de funcionamiento confundida entre los árboles que no dejan ver el bosque. Veamos lo ocurrido en España.
Aquí ha sido necesario firmar créditos esclavizantes para acceder a ese bien básico que es la vivienda habitual cuyo precio amañan unas tasadoras que, como las mismas constructoras, dependen de los banqueros. Entre tanto, para controlar las condiciones que dificulten la fuga, se imponían cosas como la clausula de suelo, una retahíla de vinculaciones inexorables con el mismo banco, avales exagerados, intereses de demora abusivos, y se negaba la dación en pago. Si exigían estas condiciones sólo puede ser porque ellos sí sabían lo que estaba por venir, a pesar de que animaran el exceso de endeudamiento. Por supuesto el banco no sólo gana con los créditos sino con lo que les aportan la mayoría de las empresas, (que si no son suyas les deben dinero), sostenidas con el trabajo de los esclavos.
Agotado el recurso de la burbuja inmobiliaria, y con gran parte de la población entrampada y dando frutos mensuales, es necesario reinventar las nuevas condiciones de la esclavitud para las nuevas generaciones. Los banqueros enfurruñados y convencidos de que nuestra “unidad de destino en lo universal” es levantar su país con nuestro trabajo, se reúnen y deciden: “si no podemos vender caro lo que necesitan para vivir, paguemos menos. La alarma social por el miedo al paro que nosotros mismos hemos creado nos ayudará a cambiar las leyes”:
“Si entre tanto los beneficios bajan un poco, no pasa nada, para eso está el erario público, para recapitalizarnos ¿O no era para eso?”

Y pensando en el futuro, el acaparamiento de tierras va preparando la burbuja de precios en la alimentación que obligará a los nuevos aprendices de esclavo a endeudarse para comer.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran trabajo, Ecora.

Saludos cordiales.

Camino a Gaia dijo...

Excelente post. Creo que vendría muy bien publicarlo en Sistema Gaia en n-1.
Me viene a la mente otro post en el mismo sentido:
http://gritodelobos.blogspot.com/2011/07/deuda-odiosa-parasitismos-y-otras.html
Está ocurriendo y me parece mas que evidente que vamos hacia un sistema basado en la esclavitud. De hecho el capitalismo nunca dejó de serlo, pero ahora que perdemos los "esclavos energéticos" del petróleo pasaremos de un sistema esclavo basado en el parasitismo de las élites sobre el resto de la población, pero solo como una transición fugaz hacia el genocidio.
Las corporaciones mataran de hambre, un método que muy usado para evitar responsabilidades.

Javier Ecora dijo...

Hecho. Ya lo había subido a N-1 pero no lo había metido en el grupo. Se va confirmando la hipótesis de la "tercer mundialización" de Europa que ya anticipaba en enero Carlos Martínez en Attac, (desde un punto de vista geoestratégico, buen complemento al punto de vista local del enlace que has puesto): http://www.attac.es/2011-el-mundo-no-es-ya-lo-que-era/
O más recientemente López Torres:
http://www.juantorreslopez.com/pub/137-articulos-de-opinion-y-divulgacion-2011/2522-ipor-que